A primera vista, algo cambió,
el mundo entero dentro de tu mente.
Algo que nunca imaginaste sentir,
aunque tantas veces cruzó tu frente,
jamás tocó tu corazón así.
el mundo entero dentro de tu mente.
Algo que nunca imaginaste sentir,
aunque tantas veces cruzó tu frente,
jamás tocó tu corazón así.
Una certeza suave despertó,
abrazando cada rincón del alma.
Un sabor que permanece,
que se queda,
que te deja vagar en calma.
Como una hierba que echa raíces,
polvo que vuela hacia su destino.
Fragmentos de ti se dispersan,
partiendo cuerpo y camino.
Y allí, en ese instante suspendido,
te quedas paralizado.
Es tiempo de pensar.
De sentir.
De mirar lo que renace.
¿Es todo esto la señal
de algo que quiere mostrarse?
Sea cual sea la respuesta,
vale la pena detener el tiempo
solo para pensarte.
